MINDFULNESS

15 marzo 2019


Cómo convivir con tu dolor crónico

Qué es dolor crónico

Si tienes un dolor que está contigo por un periodo superior a tres meses, puedes decir que perteneces al 11% de los españoles que padecen dolor crónico.

Dolor crónico y dolor agudo

El dolor puede ser de dos tipos: agudo o crónico. El agudo tiene un componente físico muy importante, está asociado directamente a una lesión o una enfermedad, siendo intenso, repentino y cediendo cuando mejora la lesión. Pero este modelo de dolor no funciona para el crónico, mucho más complejo, en el que están implicados aspectos emocionales importantes, como no podría ser de otro modo. Un dolor mantenido en el tiempo pone en jaque todas tus estrategias para afrontar el malestar.

Ayuda psicológica en el dolor crónico

El dolor crónico, por lo general, no suele responder de modo suficiente a la analgesia farmacológica. Para manejar esta experiencia humana es importante intervenir también psicológicamente.

Existen muchas técnicas que pueden ayudarte a afrontar esta situación, cada una con su grado de eficacia y con su acción diferente sobre distintas personas. El hecho de recibir tratamiento psicológico para el dolor crónico no quiere decir que el estado psicológico sea el que te está causando el dolor, sino que el dolor ha creado tu malestar psicológico y que este malestar psicológico está empeorando tu dolor, creando así un círculo vicioso del que es necesario salir.

Técnicas de relajación

Cuando sentimos dolor, una reacción automática y habitual es tensar los músculos. El dolor también puede provocar ansiedad que, a su vez, vuelve a provocar tensión muscular. Por este motivo, las técnicas de relajación que te ayuden a relajar los músculos y a rebajar la ansiedad pueden ayudarte a manejar el dolor más eficientemente. Sin embargo, no es una técnica que funcione bien aisladamente, sino integrada dentro de un programa amplio para el dolor.

Mindfulness

Existen técnicas de mindfulness específicamente diseñadas para el dolor crónico. El mindfulness puede ayudarte también a aceptar tu experiencia de dolor en lugar de luchar constantemente con ella, así como a tener control sobre tus procesos atencionales de las sensaciones dolorosas.

Hipnosis

El entrenamiento en hipnosis puede ayudarte a cambiar la experiencia subjetiva que tienes de tu sensación y percepción del dolor. Como en la relajación, la hipnosis, incorporada dentro de un tratamiento más completo del dolor, puede resultarte de gran utilidad, tanto para reducir la ansiedad como para relacionarte de forma diferente con el dolor que sientes. Siempre conviene recordar que la hipnosis no es una terapia en sí misma, sino una técnica dentro de una terapia más amplia. La hipnosis no provocará tampoco cambios mágicos ni instantáneos. Para conocer más sobre las aplicaciones reales de la hipnosis te remitimos al Grupo de Trabajo e Hipnosis del Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunidad Valenciana.

Mejora de las conductas de dolor

El dolor, como es lógico, te lleva a realizar conductas congruentes con él: quejarte, cambiar de postura, mostrar el dolor en tu cara, evitar situaciones o actividades que creas que van a agravar tu dolor… Existen algunas ocasiones en las que, por raro que parezca, estas conductas de dolor acaban generándote más dolor o un deterioro emocional que te hace más susceptibles aún al dolor, por eso suele tenerse en cuenta estos aspectos cuando se realiza un tratamiento psicológico del dolor crónico.

Aceptación de la experiencia dolorosa

Si tu foco de atención es la evitación del dolor, toda tu vida puede girar en torno a él. Aunque resulte paradójico, aceptar la experiencia de dolor puede ayudarte a volver a hacer las cosas que estabas evitando por su culpa, mejorando tu estado de ánimo, aumentado tu tolerancia al dolor y reorganizando las sensaciones a las que prestas atención.

Escritura emocional

El dolor crónico puede ser una experiencia traumática. Dado que la terapia narrativa puede resultar de utilidad para este tipo de experiencias, merece la pena incorporarla a un tratamiento psicológico para el dolor crónico, dado que ayuda, a nivel cerebral, a organizar y dar sentido a lo que estamos viviendo, lo que facilita la digestión emocional de estos sucesos.

Reestructuración cognitiva

Los pensamientos tienen un poder importante para generar emociones. Esto, que es así en general, tiene una gran relevancia en el dolor crónico. Identificar los pensamientos que te generan ira, ansiedad, indefensión, etc… y trabajarlos psicológicamente, resulta de gran utilidad.

Técnicas de resolución de problemas

Es frecuente que las personas con dolor tengan situaciones que deban resolver y que generan ansiedad, tensión, temor… Ya sea la toma de decisiones médicas o vitales relacionadas con su dolor, o cuestiones cotidianas relativas a otros temas. Existen técnicas psicológicas de resolución de conflictos que simplifican la toma de decisiones y reducen el estrés, mejorando así el malestar general.

Asertividad

Aunque no siempre es necesario, en algunos casos conviene entrenar en habilidades asertivas o habilidades de comunicación en general, dado que la relación con el entorno próximo en ocasiones está erosionada si la evolución del dolor crónico es larga.

Recuperar actividades de ocio y actividad física

Muy frecuentemente, cuando hay dolor crónico, se da un abandono progresivo de actividades como consecuencia del dolor. Estas actividades, que antes te estaban proporcionando distracción, satisfacción, divertimento, distensión y tono muscular, dejan de hacerlo al desaparecer, provocando una caída de tu estado de ánimo y una mayor repercusión emocional del dolor.

Si tienes dolor crónico, no dudes en buscar ayuda tanto médica como psicológica.

Psicólogos en Valencia

Mª José Miguel

Psicóloga

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