La personalidad, ¿está en el cerebro?
EXTRAVERSIÓN
APERTURA A LA EXPERIENCIA
RESPONSABILIDAD
AFABILIDAD
INESTABILIDAD EMOCIONAL
¿Qué te dicen estas palabras?
Intuitivamente la mayoría de las personas diríamos que la personalidad debe de residir en el cerebro. En algún sitio debe de estar… Pero hasta que las técnicas de neuroimagen no han sido lo suficientemente sofisticadas, no ha sido posible buscar qué estructuras cerebrales estaban a la base de determinados rasgos de personalidad. Pero el cerebro no es un órgano cerrado, fijo y predeterminado, sino que está en constante interacción con el ambiente que nos rodea, con las cosas que nos pasan, y cambia día a día en base a esta interacción.
Los cinco grandes factores de personalidad
Los psicólogos hemos utilizado diversas taxonomías para clasificar los rasgos de personalidad. Una de las más conocidas es el MODELO DE LOS “BIG FIVE” O CINCO GRANDES FACTORES DE PERSONALIDAD.
Extraversión
La extraversión implica que eres muy sociable, pues te gusta estar en compañía de otros. Tiendes a evitar la soledad y te muestras atrevido en situaciones sociales. Te gusta estar constantemente estimulado y hablar. Sueles estar lleno de energía y ser entusiasta. La introversión, por contra, te lleva a ser reservado y preferir moverte dentro de un mundo que conoces bien. Antes que estar en entornos muy animados y sociales, prefieres estar solo, aunque te puedes mostrar muy hablador y esponáneo con gente que conoces bien. Tiendes más a pensar que a actuar.
Apertura a la experiencia
Si eres una persona abierta a la experiencia, seguramente serás una persona muy curiosa, te gustará la variedad y serás imaginativo. Te interesarás por las ideas novedosas e incluso por valores poco convencionales. El polo opuesto indica que prefieres ser más convencional tanto en tu conducta como en tu apariencia, que te sientes más cómodo con lo que es tradicional que nuevo. Seguramente tendrás una mentalidad más conservadora.
Responsabilidad
En la tercera dimensión, tenemos la responsabilidad. Si eres responsable serás auto-controlado, planificarás y organizarás tus tareas. Probablemente serás persistente para lograr tus metas y tenderás a ser puntual y escrupuloso. Si te encuentrsa en el polo opuesto, serás más relajado e informal, en ocaciones puedes llegar a ser descuidado.
Afabilidad
La afabilidad es el cuarto factor de personalidad. Si eres afable, probablemente te comportarás de manera muy considerada con los demás, llegando a ser altruista y solidario. En general, tenderás a formar vínculos personales amistosos. Si estás en el extremo opuesto, probablemente serás más competitivo y escéptico con los demás, llegando a ser a veces un poco egocéntrico, aunque puedes llegar a tener mayor profundidad de pensamiento crítico.
Inestabilidad emocional
El quinto factor de personalidad se la llamado inestabilidad emocional ( o neuroticismo). Si está en este extremo, probablemente tiendas a preocuparte por muchas cosas y a estar ansioso a menudo. Esto es así porque sueles percibir y detenerte en las situaciones negativas, generando emociones negativa más a menudo, más mantenidas y más largas. El otro extremo te sitúas si tiendes a preocuparte menos y toleras bien el estrés.
Localización cerebral de los factores de personalidad
Pues bien, en la última década se ha ido acumulando evidencia a favor de que estos cinco rasgos se relacionan con localizaciones cerebrales muy concretas. Con cierta precisión, podría incluso empezar a trazarse un mapa cerebral relacionado con cada uno de estos cinco rasgos.
Esto es importante, porque hasta hace poco, estos rasgos eran constructos teóricos, taxonomías descriptivas. La localización del sustrato neurológico de cada una de ellas, es importante. Porque quiere decir que, de alguna manera, los rasgos de personalidad con “programas de comportamiento” que tienen una localización cerebral determinada. Hasta hace poco, el interés estaba más centrado en los neurotransmisores como la serotonina o la dopamina. Ahora nuestro interés puede centrarse en qué partes del cerebro, qué haces de fibras concretos del cerebro están relacionados con cada uno de los rasgos de personalidad observado.
Dotación genética y experiencias
No obstante, como decíamos al inicio del artículo, la predisposición genética no determina necesariamente una conducta, puesto que está de sobra probado que la influencia ambiental puede cambiar la expresión de esa carga genética, también en lo relacionado con la personalidad. Es decir, que las experiencias que vivimos desde que estamos en el útero interaccionan con la dotación genética particular de cada uno de nosotros mediante unos mecanismos que se llaman de plasticidad neuronal. Esto acaba construyendo una arquitectura cerebral que permite que formemos reglas de comportamiento: nuestro propio manual de intrucciones para comportarnos en la vida y reaccionar a ella.